Del Escritorio del Pastor

"Ustedes han oído que se dijo: 'Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero os digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial "(Mateo 5: 43-44)

Se nos dice muy claramente por Cristo en el pasaje del Evangelio por encima de amar a los enemigos. Realmente no hay ninguna manera alrededor de un comando tan explícita del Señor. Creo que este mandamiento de amar a nuestro enemigo se hace aún más vinculante para la audición también las palabras de Jesús que cuelga, muriendo en la cruz: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Los seguidores de Jesús no tienen más remedio que amen a sus enemigos.

Así que supongo que es importante saber primero quiénes son los enemigos son para que podamos amarlos. La palabra "enemigo" se deriva de la palabra latina "inimicus" que proviene de las palabras "en" (no) + "amicus" (amigo). Aún más profundo, "amicus" viene de la palabra latina "amare" al amor. Así que un amigo es uno que nosotros y un "no-amigo", un enemigo ama, es aquel que no nos ama. Creo, sin embargo, en el uso común, un enemigo es mejor de-describió como alguien que tiene o pretende hacernos daño de alguna manera. Creo que todos podemos identificar con eso. Es un verdadero desafío espiritual para alcanzar en amor a aquellos que tienen y / o están tratando de hacernos daño. Pero tenemos que asegurarnos de que no etiquetamos todos los que nos ha hecho daño con la etiqueta "enemigo". Estoy seguro de que todos podemos pensar muchas veces que nosotros mismos hemos herido a alguien con una palabra descuidada o de hecho. Los enemigos no son negligente o imprudente, que quieren hacernos daño. Es una distinción importante.

Francamente, creo que es prácticamente imposible amar a nuestros enemigos sin la gracia de Dios. Y creo que aquí es el núcleo del comando. Al igual que muchas enseñanzas del Señor, amar a nuestros enemigos no es algo natural a nuestra naturaleza humana caída. El Señor nos llama a elevarse por encima de nuestra humanidad caída; algo que sólo puede hacerse a través de su gracia. El mandato de amar a nuestros enemigos es otro ejemplo de nuestra necesidad de recurrir al tesoro infinito de la gracia y la fuerza que viene de Cristo para hacer algo que no podemos hacer otra cosa. Este tesoro está disponible para aquellos que se esfuerzan por vivir una vida cristiana auténtica y tener una verdadera amistad con el Señor a través de la práctica de nuestra fe y la digna recepción de los sacramentos. Nunca se va a hacer una llave putt de cinco pies si usted no practica poniendo. No vamos a ser receptivos a la gracia de Cristo, si no ponemos en práctica nuestra fe.

Nunca seremos capaces de perdonar o de amar a nuestros enemigos si no estamos cerca del Señor. Y el problema con esto es que si no perdonamos a ellos y no los amamos, vamos a ser miserable. Nuestros enemigos son nuestros enemigos, por alguna razón, es probable que no les importa que nos hacen daño, diablos, eso es lo que tratan de hacer! Revolcarse en el odio y la ira de alguien que no se preocupa por nosotros es inútil. Así también hay una sabiduría práctica en esta enseñanza, que es bueno para nosotros amar a ellos. Pero por encima de todo, creo que es nuestra oración, la oración de la víctima por el que ha lesionado, que merece una audiencia especial en la presencia de Dios. Probablemente más que cualquier otra cosa que pueda ayudar a la conversión de una persona a través de la misericordia de Dios, es una oración que se haga en nombre del enemigo por el que ha sido tratado injustamente.

Sin hablar de los enemigos está completa sin un recordatorio de que hemos de ser enemigo de nadie. Nunca. Mientras que podemos defendernos y nuestros seres queridos de cualquier daño, aunque los medios morales, con la intención de dañar a alguien de alguna manera - ya sea física, emocional, espiritual, dañando su reputación, quitándoles sus amigos, dejando al descubierto sus defectos y pecados - es un grave pecado y clama a Dios por la justicia. Si lo hacemos, será mejor que la esperanza de que la persona que hemos perjudicados escuchas a la orden de Jesús "ama a tus enemigos" o vamos a estar en serios problemas.

Dios te bendiga,
El padre Joseph Byerley

"¿Cómo espléndida la cruz de Cristo Trae la vida, no la muerte;! Luz, no la oscuridad;. Paradise, no su pérdida Es la madera en la que el Señor, como un gran guerrero, fue herido en las manos y los pies y el costado, pero sanó allí por nuestras heridas. un árbol nos ha destruido, un árbol ahora nos trajo la vida "(Teodoro de Estudios).